Vivimos una época de cambios bruscos debido sobre todo a la globalización y los continuos avances tecnológicos. Esto se hace más evidente aún en el ámbito empresarial. La necesidad de adaptación es mayor si se quiere vivir el cambio como una oportunidad y no como una crisis.

De ahí que sea necesaria una figura que sea capaz de gestionar el cambio, con talento para dirigir por el camino correcto a una empresa durante la transición. Luego este puesto no será necesario cuando se haya logrado ese objetivo de pasar con éxito la transformación. Surge el Interim Management, como figura temporal y clave para superar los obstáculos que impiden evolucionar a una empresa.

Aunque en un primer momento puede parecer chocante que alguien ajeno a una organización sea el que ejecute su cambio, vamos a explicar siete características de este sistema que indican su importancia y su gran utilidad:

1. La primera, quizás la que es clave y define el concepto. Es una figura que lidera el cambio. La traducción literal del término es gerencia temporal. La temporalidad viene marcada por la duración y ejecución del cambio. Como humanos tendemos a la inercia en nuestras actividades y es importante contar con alguien con talento en esas situaciones con capacidad para dar nuevas visiones.

2. La objetividad y la imparcialidad marcarán todos los procesos. Viene al hilo de la idea anterior. Alguien externo a la empresa tendrá una visión menos contaminada y será verdadero dinamizador, siguiendo objetivos claros y precisos. Se mostrará atento en todo momento a las necesidades planteadas con la intención de buscar soluciones fiables. 

3. El trabajo del manager temporal se regirá por el compromiso. Su misión es conseguir resultados que además sean duraderos en el tiempo. Su vinculación con los objetivos se debe a que el cumplimiento de éstos son las que dará valor a su trabajo. De esto dependerá el prestigio profesional que hará que sus servicios sean solicitados en el futuro.

4. La flexibilidad y la capacidad de adaptación son cualidades necesarias en este puesto. Tras un análisis exhaustivo de la situación, el gerente del cambio se adaptará a las necesidades de la empresa que realiza la transición. Se suelen caracterizar sobre todo por la rapidez en las respuestas y en las incidencias que van surgiendo

5. Se da especial importancia a la gestión de equipos y desarrollo del talento. Como verdadero protagonistas del cambio, el interim manager se ocupará de realizar labores de liderazgo y engagement con los trabajadores. Buscará implicación y motivación para cada una de las fases del proceso transformador.

6. Proporciona una visión transversal de la organización y funcionamiento de la empresa. Sus labores de asesoramiento y ejecución se hacen desde una perspectiva global de manera fresca e innovadora. Aplica su experiencia en el campo para favorecer el cambio de la mejor manera posible.

7. Realiza una supervisión posterior de los objetivos tras el cambio. La labor del interim manager se prolonga mediante un asesoramiento posterior para asegurar la viabilidad del cambio. La evaluación de los resultados es muy importante en este momento para comprobar si su trabajo ha sido efectivo.

Que una empresa evolucione tiene que ser algo positivo y constructivo. La resistencia al cambio hace que, aunque sea necesario, resulte costoso realizarlo.

Las empresas gracias a esta figura consiguen al agente dinamizador necesario para la puesta a punto de una manera rápida y eficaz. Son profesionales acostumbrados a gestión de crisis y conocedores de lo difícil que puede llegar a ser adaptarse a nuevas circunstancias.

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