Una de las decisiones más complicadas que debe tomar el departamento de recursos humanos de una empresa será la de contratar al personal adecuado para el negocio. Saber elegir al candidato ideal es un proceso complicado, que requiere de experiencia y perspicacia, pero, sobre todo, de una adecuada planificación.
Fase inicial: la negociación de las condiciones
El mercado laboral es cada vez más competitivo así que tanto los candidatos como las empresas deben tomar su tiempo para gestionar de forma eficaz la contratación de los trabajadores, y esto incluye realizar algunos pasos previos como la negociación de las condiciones que este vínculo va a suponer. A grandes rasgos estas pueden incluir detalles como el beneficio que obtendrá el profesional de trabajar en la compañía, los salarios o las expectativas de productividad.
Y es que cuando ya se ha seleccionado al candidato para el nuevo trabajo, se deben concretar temas tan importantes como, horarios, ingresos etc. En esto hay que tener en cuenta el Estatuto de los Trabajadores y el convenio colectivo específico del sector (se pueden descargar en la página del BOE buscando el día en que fueron publicados), donde se pueden encontrar limitaciones de la jornada semanal, regulación de los descansos, salarios mínimos según la categoría profesional, horas extra, etc.
Estos asuntos deben abordarse claramente con el trabajador y detallar los requisitos del empleo que se oferta. Para todo este proceso puede ser interesante contar con un consultor inhouse que vele además por la rentabilidad que sacará la compañía de contratar a este nuevo profesional.
La gestión de la contratación y tipos de contratos
Para una buena gestión de la contratación de nuevo personal en la compañía se deben escoger previamente los tipos de contratos más adecuados para cada candidato, esto puede depender también de las conclusiones a las que se ha llegado durante el proceso de negociación previa. Es posible que en esta primera fase hayan surgido ciertas cláusulas que afectarán a la elección de tipo de contrato más acertado.
Se puede optar en este caso por un contrato indefinido, es aquel que se acuerda sin definir un límite de tiempo en la prestación de los servicios, en cuanto a la duración del mismo. Esta modalidad es la que ofrece mayor estabilidad y mejores condiciones a los empleados aunque no siempre es lo que se busca por parte ni de los candidatos ni de la propia compañía.
Son considerados los que llamamos trabajadores fijos aquellos que no están dados de alta de la Seguridad Social una vez que transcurre el periodo de prueba, los que tengan contratos temporales concertados en fraude de ley y los empleados que en un periodo de 30 meses hubieran estado contratados por un plazo superior a 24 meses.
En el caso del contrato temporal se aplica cuando la compañía necesita a un trabajador que realice ciertas labores por un período determinado. Los trabajos temporales se dan ante circunstancias como: un trabajo por obra o servicio determinado, que tiene como objetivo realizar una obra o prestar un servicio con autonomía y sustantividad propia. Este se extenderá por el tiempo que necesita el proyecto para ser concluido; un contrato eventual por circunstancias de la producción, que busca atender circunstancias en el proceso de producción como acumulación de tareas o un contrato por interinidad, cuando se sustituye temporalmente un trabajador que por alguna circunstancia deba ausentarse y para cubrir un puesto en periodo de selección.
Por su parte el contrato en prácticas tiene como finalidad facilitar la obtención de práctica profesional al personal de acuerdo al nivel de estudios que cursa. El contrato no debe ser menor a 6 meses ni mayor a 2 años. Puede ser a tiempo completo o parcial, debe ser formalizado por escrito y al finalizar el contrato, la empresa tendrá la obligación de entregar un certificado que conste la duración de la práctica.
También puede interesar realizar un contrato de formación, en este caso se busca fomentar la inserción laboral a través de la cualificación profesional de los trabajadores, alternando la actividad laboral con actividades formativas. Se podrán acordar con personas mayores de 16 años y menores de 25 sin cualificación profesional reconocida.
Para una gestión adecuada es indispensable analizar el tipo de contrato más adecuado según la circunstancia y organizar una reunión con el candidato con el fin de explicar las características del modelo de contratación escogido. Para una mejor planificación del estado en el que se encuentra este proceso, si en la negociación, la explicación del contrato o la firma del mismo, se puede optar por un software de ayuda o un calendario que detalle cada punto del proceso.
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