En décadas anteriores, las personas soportaban ciertas situaciones negativas en el trabajo por pensar que eran normales. Hoy, con una sensibilidad y conciencia sobre la importancia de la salud mental, ya no es posible normalizar el maltrato. La mayoría de las personas priorizan otro tipo de factores como el bienestar, la vocación y el deseo de querer estar en un lugar más por gusto que por la necesidad económica.

Desde Alitara queremos promover el cuidado de la salud mental, no solo para que seas un buen trabajador o empresario; sino porque las enfermedades mentales es un tema que todavía no tiene la atención que merece. Por lo tanto, es responsabilidad de cada uno de nosotros proteger nuestra mente como nos cuidamos de un resfriado u otra enfermedad grave.

Consejos para cuidar de tu salud mental en el trabajo

Ocupar un puesto de trabajo puede ser un desafío para muchas personas que vienen de otro empleo mal pagado o estresante. Es natural que tengamos un poco de predisposición con la nueva oficina. Pero justo esa actitud es la principal causante de problemas con otros compañeros. Aunque siempre la persona más afectada serás tú mismo, porque no tendrás ganas de ir al trabajo o iras de mal humor.

Crea un tipo de vínculo con compañeros

Hay quienes opinan que el trabajo no es un buen lugar para hacer amigos, pero sí que debes llevarte bien con la mayoría. Tener un trato cordial y amistoso con tus compañeros no significa convertirte en su mejor amigo. El trabajo es uno de los sitios en el que pasas más horas al día, eso es suficiente para procurar llevarte bien con tus compañeros. Trata a los demás como quieres ser tratado. Evita tomarte a pecho sus palabras o actitudes.

Mejora tu entorno

Si sueles mantener tu viviendo limpia, organizada y decorada, intenta hacer lo mismo en tu puesto de trabajo. A veces sentirte como en casa puede hacer la diferencia. Coloca en tu escritorio elementos que te tranquilicen, que te generen paz y alegría. Tu entorno también incluye personas, así que puedes comenzar a alejarte de quienes no te aportan nada bueno y concentrarte en los que sí te hacen bien.

Mantén tu mente equilibrada

Sí, esta tarea puede ser un poco difícil de aplicar, pero no imposible. Con ello nos referimos a tratar de enfocar tus ideas a las tareas que estás realizando; pero si te sientes abrumado, intenta distraerte un poco antes de retomar. Evita generar pensamientos repetitivos sobre un solo tema que te angustie, bien sea personal o del trabajo. Deja tus problemas personales fuera de la oficina y viceversa. 

Mejora tu alimentación y horas de sueño

Se habla poco de los efectos que genera una mala alimentación y dormir pocas horas. Comer y dormir bien te garantiza contar con la energía que requieres para afrontar los retos cotidianos. Una persona que no duerme al menos 7 horas al día, puede permanecer de mal humor o somnoliento en el lugar de trabajo. La alimentación también juega un papel importante para sentirte bien físicamente.

Todo lo anterior repercute también en tu salud mental, ya que, si sientes esos malestares, pueda que se acumule tu trabajo o comiences a sentir ansiedad. No tener la energía y ánimos de hacer tus tareas diarias genera una reacción en cadena que puede durar semanas; sobre todo s no tomas cartas en el asunto. La procrastinarían se puede hacer presente cuando no pones atención a este punto.

No asumas que tu trabajo es tu vida

Ser responsable y comprometido con el trabajo no significa que tengas que limitar tu existencia al puesto que ocupas. Debes aprender a poner límites entre el tiempo y energía que le inviertes al trabajo y cuál es el espacio que ocupa el resto de tu vida. Tu familia, pareja y tú mismo deben ser tu prioridad. Verás cómo serás igual de buen trabajador porque este equilibrio le hace mucho bien a tu mente.

Mente sana cuerpo sano… ¿y al revés?

Cada persona tiene un motivo para hacer ejercicio. Algunos quieren perder peso, otros quieren mantener su peso y otro grupo quiere evitar el sedentarismo. Sea cual sea tu motivo, debes considerar que todo ser humano debe hacer ejercicio porque, no hacerlo le hace daño a la salud; por otro lado, si le haces caso a tus motivaciones serás una persona más feliz porque estarás cumpliendo tus metas; te sentirás satisfecho.

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