La expansión del coronavirus ha desencadenado una situación desconocida hasta el momento. Con la actividad económica bajo mínimos y un futuro incierto, las previsiones de crecimiento de este 2020 han pasado de cifras positivas a un auténtico descalabro para el PIB de todos los países desarrollados. ¿En esta crisis mundial cabe el optimismo?

Es cierto que la economía mundial caerá este año, pero las esperanzas de crecimiento para 2021 son elevadas. Incluso los análisis que plantean el futuro con menos optimismo prevén un importante despegue que hará que los países más afectados por la crisis salgan de nuevo a flote, y con buenas perspectivas. Prepararse para ese nuevo escenario, por tanto, debe empezar a abordarse ya como una estrategia empresarial.

Presente y futuro de la economía mundial

Según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), la recesión provocada por la pandemia alcanzará un 3 % para este año a nivel global, aunque los países desarrollados se muevan en cifras superiores. Lo cierto es que son datos más negativos incluso que los registrados en la gran crisis del año 2008. Sin embargo, también se prevé un importante efecto rebote, de ahí el optimismo de cara a los próximos meses.

Así, según este informe, el crecimiento previsto para 2021 será muy superior a la contracción estimada para este año. A nivel global, se prevé que la economía mundial crezca un 5,8 %. Serán los mercados asiáticos y emergentes los que despeguen con más fuerza, nada menos que un 6,6 %, con China e India a la cabeza.

¿Y el resto de las economías? Aunque las cifras de crecimiento estimadas sean algo inferiores, las previsiones inducen a ver el futuro también con optimismo. Las economías avanzadas crecerán de media en 2021 un 4,5 %, un 4,7 % en el caso de la zona euro.

Son previsiones de crecimiento que todavía pueden modificarse sensiblemente, sin embargo, gobiernos e instituciones supranacionales diseñan ya políticas que contemplan medidas económicas, financieras y monetarias destinadas a asistir a las empresas afectadas por la crisis y permitir que la actividad económica se recupere gradualmente, pero con fuerza.

El escenario económico en Europa y España

No solo el FMI ha hecho públicas sus previsiones económicas, también el Banco Central Europeo (BCE). Según esta institución, y en un panorama de mayor optimismo, si la caída del PIB en la Eurozona fuera este año de un 5 %, la recuperación se conseguiría a lo largo de 2021, alcanzando un crecimiento del 6 %. Solo en el peor de los escenarios esa recuperación tardaría un par de años en alcanzarse.

Evidentemente, todo dependerá de la evolución de la pandemia y de las medidas que adopten los gobiernos, que ya han empezado a diseñar planes para promover el crecimiento económico y salir cuanto antes de la crisis. En el caso de España, el Gobierno ha enviado a Bruselas un Plan de Estabilidad con medidas y reformas para favorecer la recuperación del tejido productivo, con especial atención a pymes y autónomos.

Si todo marcha según las previsiones marcadas en el documento, la economía española podría crecer en España hasta en un 6,8 % a lo largo de 2021. Esto implicaría un ritmo de recuperación próximo al de caída. El optimismo, por lo tanto, es el que marca la evolución de la economía española.

Es cierto que tanto a nivel mundial como nacional son previsiones de crecimiento sujetas al control de la pandemia y al éxito de las medidas de estímulo de la actividad económica. Sin embargo, una vez que empresas y mercados comiencen a recuperar poco a poco la normalidad en los próximos meses, parece que 2021 estará marcado por el optimismo.

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